La Ley 31/1995, de 8 de noviembre de Prevención de Riesgos Laborales establece una serie de deberes y obligaciones que implican una planificación de la prevención dentro de un conjunto coherente de medidas que deben abarcar a todos los procesos y organización del trabajo. Para llevar a cabo las actividades necesarias Grupo Sorolla cuenta con un Servicio de Prevención Ajeno (SPA) que presta el apoyo técnico necesario coordinado por el Área de Desarrollo de Personas. También cuenta con un Equipo de Prevención de Riesgos Laborales (PRL) constituido por la Dirección de Desarrollo de Personas y un responsable de PRL en cada centro escolar.
En la práctica, se acometen las siguientes acciones para cumplir con lo estipulado en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales:
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Efectuar una Evaluación de Riesgos y, en función de sus resultados, Planificar la Actividad preventiva de la empresa.
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Controlar los equipos de trabajo y los medios de protección colectiva e individual necesarios.
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Informar a las personas trabajadoras y consultarles para obtener su apoyo y colaboración, permitiendo su participación en las cuestiones que afecten a la seguridad y salud en el trabajo de acuerdo con la presente Ley.
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Impartir formación en materia preventiva y ajustar dicha formación a sus necesidades.
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Adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación del personal y de los estudiantes ante las posibles situaciones de emergencia.
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Adoptar las medidas necesarias ante situaciones de riesgo grave o inminente.
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Garantizar el control de la salud a través de revisiones periódicas.
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Elaborar y conservar la documentación que se vaya generando.
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Coordinar las actividades en el caso de contratas y subcontratas.
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Proteger de una manera específica a las personas especialmente sensibles a determinados riesgos y a las mujeres en situación de embarazo.
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Poner en conocimiento de las personas el Protocolo de Acoso.
La Ley de PRL indica que la acción preventiva en la empresa se debe planificar a partir de una evaluación inicial de los riesgos para la seguridad y la salud de las personas que trabajan en la organización. Después de identificar y valorar los riesgos que no se pueden evitar, se concluye que las principales enfermedades y dolencias de las personas que trabajan en la enseñanza son:
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Trastornos de origen psicosocial: estrés, síndrome del quemado, depresión, etc.
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Enfermedades de la voz.
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Lesiones músculo-esqueléticas derivadas de las posturas que se adoptan.
Especial incidencia y repercusión para la salud de los docentes tienen las patologías de origen psicosocial, en las que el estrés, como reacción fisiológica y psicológica del organismo que reacciona ante una situación de amenaza, es factor desencadenante de diversos trastornos para la salud. Es por ello que se ha formado a los responsables de PRL, en Prevención del Estrés Psicosocial durante el curso 2015/2016, para prevenir y gestionar los riesgos psicosociales y el estrés laboral. Otras acciones formativas se han centrado en Primeros Auxilios y en la PRL Online.